Nochebuena (Must be Santa por Bob)
Entre los mail que he recibido en estos días, me llamo la atención un pps que muy concienzudamente -y hasta amorosamente, diría - establecía la diferencia entre Jesus y Santa Claus. Dando por sentada la existencia vigente de los personajes de los dos relatos se percibía en la comparación una clara preferencia por el llamado hijo de dios. De hecho su título era: "El porque Jesus es mejor que Santa Claus". Entre los items que se desarrollaban para justificar el título de la presentación (de eso se trata el power point, creo) uno puede encontrarse con que "Santa vive en el Polo Norte, mientras Jesus está en todas partes", "Santa entra por la chimenea sin ser invitado, mientras Jesus toca a tu puerta y entra a tu corazón cuando vos lo invitás", "la barriga de Santa está llena de golosinas mientras el corazón de Jesus está lleno de amor", y así. La idea de la presentación era establecer que el carácter liminar de la navidad tiene mas que ver con Jesus que con Santa que cada vez que te ve pregunta tu nombre mientras que Jesus ya te tiene hiper calado hasta con aquellas cosas de las cuales preferís no acordarte. La verdad es que no se que prefiero, si un representante de las grandes cadenas mercantiles cuya principal función es fomentar el consumo de mercaderías (sospechoso de trabajar para una fábrica de gaseosas muy conocida) o al vigilante administrador de culpas disciplinantes.
Debe ser por eso que la navidad, mejor, la noche buena, genera tantas contradicciones entre las personas que disfrutan el colorido, efusivo e invasivo espíritu navideño y aquellas que lo viven como una fecha en la cual hay que soportar reuniones familiares, sobreactuaciones afectivas, comilonas indigestas y borracheras sin ton ni son (aunque estas últimas suelen ser las mas justificables - disfrutables-).
Prefiero pensar que no habría que cargarle tantas cuestiones a una fiesta (aunque venga medio obligada) y disfrutar del carácter dionisíaco de la misma. Brindar o irse a dormir sin culpas, después de todo, las buenas fiestas son como los buenos sueños. Así de intangibles, así de vertiginosas, así de sensuales (como la chica de piernas largas que baja las escaleras en el video de Dylan). Ho ho ho!!! Must be Santa!
Debe ser por eso que la navidad, mejor, la noche buena, genera tantas contradicciones entre las personas que disfrutan el colorido, efusivo e invasivo espíritu navideño y aquellas que lo viven como una fecha en la cual hay que soportar reuniones familiares, sobreactuaciones afectivas, comilonas indigestas y borracheras sin ton ni son (aunque estas últimas suelen ser las mas justificables - disfrutables-).
Prefiero pensar que no habría que cargarle tantas cuestiones a una fiesta (aunque venga medio obligada) y disfrutar del carácter dionisíaco de la misma. Brindar o irse a dormir sin culpas, después de todo, las buenas fiestas son como los buenos sueños. Así de intangibles, así de vertiginosas, así de sensuales (como la chica de piernas largas que baja las escaleras en el video de Dylan). Ho ho ho!!! Must be Santa!
Café Azar
Posadas, un par de días antes de la nochebuena de 2009. -
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