Ubi sunt

Carlos A. Manus publica acá un ramillete de letras en las cuales al ritmo del 2 x 4, los recuerdos tallan la misma fórmula de arrabal: “el dónde están”…
Manus llama la atención sobre esta obstinación tanguera por una fórmula empleada ya por los clásicos latinos, trajinada en el medioevo y que renovara Jorge Manrique, aquel que la memoria escolarizada asocia con las extensas Coplas por la muerte de su padre: Magistral referencia poética a lo provisorio de la existencia, es decir de aquello que alguna vez tuvo significación y que, si acaso perdura lo hace a través de su evocación, ese sentir que su pluma vertió con la nostálgica melancolía heredada por poetas tangueros siglos más tarde.

Cito alguna de las citas citadas por Manus, para compartir estas evocaciones de arrabal nomás:

En “Puente Alsina”, Benjamín Tagle Lara se pregunta ¿Dónde está mi barrio, mi cuna querida?/ ¿Dónde la guarida, refugio de ayer?…

Dice Alfredo Le Pera en “Recuerdo malevo” …Tiempo viejo,/ caravana/ fugitiva,/ ¿dónde estás?…
Enrique Cadícamo se interroga en “El cantor de Buenos Aires” …¿Dónde estarán los puntos del boliche aquél,/ en el que yo cantaba mi primer canción… /y aquellos patios donde pronto conquisté/ aplausos tauras, los primeros que escuché? ¿Dónde estarán Traverso, el Cordobés y el Noy,/ el pardo Augusto, Flores y el morocho Aldao…

E inquiere en “Tres amigos” …¿Dónde andarás Pancho Alsina?/ ¿Dónde andarás Balmaceda?…/Yo los espero en la esquina/ de Suárez y Necochea…

Y en “Palais de Glace”se pregunta …¿Qué fue de aquella rueda de amigos?/ ¿dónde están?/ ¿Qué se hizo de mi romántico amor…/ Palais de Glace?…

Y se pregunta en “Aquellas farras” (“Argañaraz”): …Qué habrá sido de esa barra/ bravucona y trensillera,/ que tanto dio que hablar/ por su guapear./…/ Y del loco Puentecito/y del zurdo Altamirano/ No los he vuelto a ver,/¿dónde andarán?…

En “Barrio de tango”, Homero Manzi evoca …Barrio de tango, luna y misterio,/ calles lejanas, ¿cómo estarán?/ Viejos amigos que hoy ni recuerdo,/ ¿qué se habrán hecho?, ¿dónde estarán?/ Barrio de tango, ¿qué fue de aquella, Juana la rubia, que tanto amé/ ¿Sabrá que sufro, pensando en ella,/ desde la tarde que la dejé?…/ Barrio de tango, luna y misterio,/ ¡desde el recuerdo te vuelvo a ver!…

Manuel Romero, en “Tiempos viejos”, se formula los interrogantes … ¿Dónde están los muchachos de entonces?/ barra antigua de ayer, ¿dónde está?/ …/ ¿Dónde están las mujeres aquellas,/ minas fieles de gran corazón…
En “Nada”, interroga Horacio Sanguinetti …¿Dónde estás, para decirte/que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor?…

En “Miriñaque” Alberto Mastra se pregunta …¿Dónde están, dónde se han ido/ mis tiempos queridos?/ ¿Dónde están los carreteros/ del puerto arenero?/ Dónde está mi barrio Norte?/ ¿Dónde está Pepo el cantor ,/ el Resero, La Tablada,/ el rosarino Taboada,,/ dónde están, quién los llevó…?…

En “Mis amigos de ayer” José María Contursi inquiere … ¿Dónde están mis amigos,/ mis amigos de ayer?/…/¿Se perdieron tal vez/ por un rumbo sin luz,/ sin destino… sin fe?…

En “Qué habrá sido de Lucía”, se pregunta Leopoldo Díaz Vélez …¿Qué habrá sido de Lucía, tan mía?/ ¡Y tanto como la amé!… E inquiere en “Boliche de cinco esquinas” …La piba que me quiso con un amor sincero,/ y aquellos compañeros de andanza, ¿dónde están?/ Pregunto muchas veces con hondo desconsuelo,/ si tanto los recuerdo, ¿por qué no vuelven más?…

Cátulo Castillo no contesta las preguntas que se formula en “Café de los angelitos” …¿Tras de qué sueños volaron?/ ¿En qué estrellas andarán?/ Las voces que ayer llegaron/ y pasaron, y callaron,/ ¿dónde están?/ ¿por qué calle volverán?…

Y deja también sin respuesta a las que indaga en el vals “Caserón de tejas” …Barrio de Belgrano/ caserón de tejas/ ¿Dónde está el aljibe?,/ ¿dónde están tus patios?,/ ¿dónde están tus rejas?…

En “Tinta roja” describe su inquietud…. ¿Dónde estará mi arrabal?/ ¿Quién se robó mi niñez?/ ¿En qué rincón, luna mía,/ volcás como entonces/ tu clara alegría?…

Esa evocación idealizada del pasado fue sintetizada admirablemente por Aníbal Troilo en las palabras de introducción a su tango “Nocturno a mi barrio”:

Mi barrio era así, así, así…
Es decir, …qué sé yo si era así,
pero yo lo recuerdo así…



Pero permítanme volver a Manrique y hacer notar entre los versos de las célebres coplas éstos que nos invitan a contemplar “cómo se pasa la vida” y “cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor.” y la advertencia del poeta de que “… si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado.
Sin embargo, lejos está la posibilidad de mentar como un tiempo mejor a aquellos sucesos evocados en estos días posteriores a los idus de Marzo. No los del asesinato del César, sino los hechos vividos hace ya tres décadas cuando dictadores más recientes se entronizaron.
Como en las primeras marchas en las que participé en la Plaza de Mayo, a la salida del Nacional, allá por el 81, resuena en aquel histórico lugar el mismo reclamo con la misma pregunta: que digan: ¿dónde están?
Más allá de la cínica respuesta de Videla y la omertá militar y de los civiles que los acompañaron, la pregunta aún busca la respuesta. No tiene por afán evocar por evocar nomás. Tal vez porque lo no venido no quedó en el pasado. Está en el presente de cada nieto que recupera o al que se le niega su identidad. Está presente en cada madre o padre, en cada familiar o amigo del barrio o compañero de la fábrica o de la Universidad o… que logra dar con la verdad de un cuerpo inerte o de un relato que lo ubica en el lecho del río... que descubre ahora sí lo que pasó.
En aquellos primeros años de acompañar las vueltas a la pirámide aprendí quienes se robaron mi niñez, ya nunca más fui inocente, ni creí en la inocencia de buena parte de la sociedad.
Tal vez por eso, si bien añoro el arrabal y su tiempo mágico del picado en la plaza, de la barra de la esquina, de algunas caricias nocturnas, cuando emerge el Ubi sunt sé que refiere a otras cuestiones que no son metafísicas y siguen exigiendo Justicia.
Hernán Cazzaniga

2 comentarios:

Mario Arkus dijo...

Recordaba, entre las preguntas retóricas (?), sobre el "¿dónde?", aquel cantito que entonábamos a fines del '82: Milicos, muy mal paridos / ¿que es lo que han hecho / con los desaparecidos? / la deuda externa / la corrupción / son la peor mierda / que ha tenido la Nación / ¿qué pasó con las Malvinas? / esos chicos ya no están / no podemos olvidarnos / y por eso hay que luchar..." La música creo que era de un jingle de publicidad oficial. También se usó pero sin interrogaciones como canto de hinchada durante muchos años.
Mientras tanto, vemos aparecer en los medios y en algunas manifestaciones nuevamente la desvengüenza de los mismos, o de los hijos, o de los nietos de aquellos a los que se dirigían esas preguntas.
Algún día las preguntas tendrían que cambiarse otra vez por la afirmación: "Paredón, paredón...".
En fin: "Llevo en mis oídos..." decía el General. ¿Cómo pudimos confiar en un milico?

Hernán dijo...

En efecto, la música era la de una publicidad de los milicos que decía Boby (el perro) mi buen amigo, este verano... tenía la virtud de ser pegadiza como todo jingle.
En aquel tiempo post desilusión malvinera y de pérdida de la inocencia colectiva, en el que muchos de los que habían pegado la calcomanía "los argentinos somos Derechos y Humanos" (como ahora último pegaron "somos el campo") descubrían que la campaña antiargentina en realidad era la denuncia de los sucesos que los medios acá ocultaban, invisibilizaban se dice ahora.
Los mismos medios que eufóricos alentaban con el "Vamos Ganando".
No reclamo paredón, ni justicia popular, aunque en las marchas de aquel entonces canté: Paredón, paredón, paredón, paredón a todos los milicos que vendieron la nación".
Tal vez en ese momento por estar el foco puesto en las atrocidades que ejecutaron los milicos y las otras fuerzas y servicios de represión, no se advirtió la responsabilidad civil. La de los que tuvieron un rol activo y la de los que se hicieron los boludos.
Complicidad y/o protagonismo en esos hechos, en su encubrimiento y apoyo y sobretodo en la planificación y ejecución del plan económico que como denunciara a apenas un año Rodolfo Walsh devastó las bases que sustentaban cierta equidad social y concentró el poder en pocas manos.
Hoy en medio de la puja por la hegemonía esas figuras civiles reaparecen. Y algunos se atreven incluso a enarbolar la bandera de la impunidad.
Pero bueh en ese tema hay que también dar la batalla cultural y hay que darla en todos los medios, en la calle, en las instituciones, en los propios medios de comunicación, etc. Por qué no es sólo el tema de los desaparecidos, aislado de los otros, sino el agregado expresado en la canción que recordaste Mario y que en su conjunto configuran el modelo de exclusión con represión y concentración economica y de poder político en unas pocas corporaciones o grandes grupos económicos extranjerizados y subordinados al capital financiero.

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