Habemus contrapunctum


Desde vaya a saber dónde (en el sentido polisémico de esta imprecisa localización), ayer a la noche el antropólogo Gastón Gordillo en su muro del faceboock lanzó la promesa de publicar un ensayito (seguramente muy lúcido como los que acostumbra ofrecernos en su blog: www.spaceandpolitics.blogspot.com ) acerca de lo que denominó “el contrapunto” entre dos acontecimientos ocurridos durante los idus de marzo que concitaron la atención pública internacional:  la muerte del Comandante Chavez, el fervor popular que se manifestó en las calles de Caracas, las emociones que movilizó en muchos de los que no somos  venezolanos y las polémicas con sus oponentes, detractores o contreras y, del otro lado, la consagración de Francisco en el trono de Pedro (los llamo por su nombre de pila para que suene acorde con el espíritu de mundanidad  que observamos se intenta transmitir de la figura de un Papa que paga sus cuentas de Hotel personalmente y cuenta con su tarjeta SUBE para viajar en subte –con la plata de los jubilados, como corresponde a todo pobre argento -agrega un amigo muy gorila que forma parte de los que dicen en sus cuentas de Faceboock pertenecer al 50% de los que trabajan para mantener al otro 50%)
La inspiración del amigo Gastón provino, según confesó, de la lectura de un flojito artículo publicado en este blog:  http://emancipadosdementes.blogspot.com.ar/2013/03/como-distraer-al-mundo-entero.html que básicamente (muy básicamente) plantea cómo un fanatismo (religioso) tapó a los actos de devoción popular y fanatismo que provocó el difunto. Y da a entender que de distracción en distracción va la cosa mientras en otro lugar se cuecen las habas (según interpretación que hago de lo no dicho en el texto)
 Gastón Gordillo que se toma a pecho el mandato malinowskiano de internarse en el mundo de los nativos para capturar de un modo no etnocéntrico el  sistema de valores alterados acostumbra leer los foros de Clarín y La Nación.
Y frente a este episodio histórico observa, a modo de provisoria conclusión que:
“Mi conclusión es que el fervor papista que parece haber surgido en la Argentina confirma que Bergoglio es un político habilísimo y de temer, experto en manipular a las masas e incluso a gente que siempre se declaró hostil al carácter reaccionario de la Iglesia Católica argentina, y que ahora de pronto lo ve "con buenos ojos" porque "habla de la pobreza". Es muy notable la docilidad que el Papa ha creado entre gente que suele ser crítica. Después dicen llenos de cuerpo que Chávez es un "caudillo populista" que "engaña" a masas de zombies ignorantes! Bergoglio es el encandilador supremo, pregonando pobreza y humildad desde el trono de la lnstitución más jerárquica del planeta, una de las más corruptas, y la más hostil a formas universales de igualdad. Observen bien los gestos y declaraciones de Francisco I y vean cómo actúa de manera brillante y cómo inculca obediencia a la Iglesia con el más viejo de los trucos vaticanos: la performance de humildad, mientras por detrás y con sutileza pregona, como dijo en su lucha contra el matrimonio igualitario, "La guerra de Dios". (Gastón Gordillo: Faceboock.com, 2013)
Es bien interesante el contrapunto que ofrece entre los mismos acontecimientos este otro blog: http://elcanilla.blogspot.com.ar/2013/03/chavez-bergoglio-y-los-idus.html  donde propone una línea de interpretación apoyada en la noción de acontecimiento propuesta por el filósofo comunista Badiou.
Parado en esta idea de que el acontecimiento no es tan solo un evento importante o significativo, sino aquel que se establece como una ruptura en el campo de saber que da lugar a nuevas formas de saber, de construir la verdad, de modificar la perspectiva, de recrear las representaciones sobre lo existente intuí que no se trata de una mera maniobra distractiva el espectáculo que en vivo fascina a la teleaudiencia en esta pretemporada pascual, particularmente en Argentina dónde se dio una intensa polémica entre izquierdistas anticlericales (según el vocero papal, dixit), comulgantes convencidos y oportunistas que recientemente descubrieron su vocación religiosa.
Considerar una manera de distracción (¿un espectáculo montado por Fuerza Bruta diría la inefable Lilita?) los actos provocados por la muerte de Chavez o la renuncia de Benedicto y la asunción de Francisco me sabe a una forma reduccionista de interpretación de estos aconteceres.
Ambos son resultados de procesos de descomposición, en lo que refiere al cuerpo de Chavez de su descomposición biológica, en el caso vaticano (así de policial como suena) a la descomposición moral y política que sobrevino tras sus eternas luchas intestinas de las que resultó una composición entre conservadora y ultraconservadora  que canceló vías transformadoras surgidas del Concilio Vaticano II y expuso a la Santa Iglesia a una serie de escándalos seculares como el encubrimiento de pederastras, maniobras bancarias ilegales, complicidad con dictaduras y entre otras actitudes discriminatorias hacia minorías tal como se expresa en la lucha por el reconocimiento de derechos de nuevos sujetos sociales.
Se trata de una Iglesia que se resiste a aceptar el debilitamiento de su absolutismo a la vez que pretende presentarse como más ecuménica.
Por eso inmediatamente después de leer lo publicado por Gastón comenté en su entrada de FB
No sé si la palabra es distraer... más bien el arte del puestita es el de orientar la mirada del espectador, de disponer los medios para que el público interprete el sentido de la escena montada. Más que distracción convoca la atención sobre un núcleo significativo o parcela de significaciones. Durante 2000 años la Iglesia hizo del arte litúrgico un espectáculo de comunión centrado en la figura pastoral que, en asociación con la espada convengamos, ha sido notablemente eficaz en lo que a construcción de relaciones de poder refiere.
Toda acción política y sin dudas toda entronización y todo sepelio de un líder lo son, es una acción con sentido, está orientada a legitimar el dominio.
En los estados absolutos, pero también en los estados regidos por sistemas representativos con participación ciudadana de sus representantes, el trono baña de carisma a quien se sienta en él. Produce fascinación, cierta adhesión mayoritaria que requiere de una actuación acorde a la admiración que despierta la irrupción del consagrado, si quiere sostenerse esa suerte de simpatía y fortalecerse en el tiempo. Hay por tanto en todo acto político cierta teatralidad que requiere de la performance del actor y de los artilugios que conforman la escena pero también del público. Y sabemos que el personaje se construye en buena medida con elementos idiosicráticos pero fundamentalmente con un buen guión, un texto a representar.
Hay grandes actores que se vieron favorecidos por su capacidad comunicativa, de comulgar con su público, sin dudas Chavez, Perón y algunos otros usufructuaron sus dotes en la construcción de sus liderazgos. Liderazgos atados a una proyección que les da sentido, a ciertos valores con los cuales sus adherentes se identifican.
Evidentemente la Iglesía Católica del Siglo XXI tiene por delante una serie de desafíos si  su voluntad, como todo lo indica, es revertir el debilitamiento de su influencia moral y sostener las bases materiales de su poder político, es decir de su capacidad de influir y decidir sobre los actos de los otros, desde los más íntimos a los más públicos.
Francisco ha dado unos pasos hacia esa construcción simbólica de una suerte de Pepe Mujica con muceta bianca, de ser terrenal, de una sacralidad anclada y por cierto los desafíos que tiene por delante son bien terrenales, entre ellos la corrupción bancaria y de menores, su desencuentro con las nuevas identidades o modos sociales de ser y en el caso de América Latina una pléyade de dirigentes que plantean la primacía de lo político por sobre las corporaciones, incluida la propia iglesia y que le disputan el predominio de la representación de los pobres." (Hernán Cazzaniga en comentarios:Gastón Gordillo: Faceboock.com, 2013)
Como bien infirió Gastón de este comentario de hegemonía se trata la cosa.
 América Latina va a ser un escenario privilegiado de la disputa hegemónica clerical, toda vez que los chinos fiel a su estilo lo mandaron al carajo, (son más y disponen de más recursos) y la vieja Europa tiene que ver como sale de la descomposición de su estado de bienestar que desde ya se anticipa con una sociedad emprobrecida a la que habrá que enviarle un mensaje de austeridad y no solo de amor y paz.

Lo cierto es que el acontecimiento irrumpió, se está desarrollando y lo podemos seguir al instante en vivo y en directo por TN y genera cierta perplejidad en el sentido de irresolución, asombro, duda, confusión y sorpresa.

En este tren hay quienes recuerdan el pasado peronista (guardia de hierro) de su santidad y se esperanzan en contar con un papa peronista, la oposición inefable delira con la llegada del mesías que la redima y desde ciertos sectores que históricamente denunciaron las complicidades o asociación de la jerarquía eclesial argenta con la dictadura y su desprecio al reconocimiento de nuevos derechos se advierte el carácter conservador (aunque más moderado que los ultraconservadores que se ofrecen como alternativa) que asumió la Iglesia en las últimas décadas cuando decidió perseguir, echar y sacrificar a quienes habían interpretado en otro sentido al concilio vaticano II.

El acontecimiento irrumpió con tutti y modifica no sólo la escena sino también a sus interpretes. Dante Panzeri definía al fútbol como la dinámica de lo impensado, la política pareciera ser la continuidad del fútbol por otros medios.
Acompaño estas apresuradas interpretaciones con una película uruguaya en estilo bien sudak que nos habla de esperanzas, ilusiones y desesperos y, sobre todo, de amor humano de los pobres de estos pagos.






Hernán Cazzaniga